Sinceramente, no recuerdo la primera vez que vi una película surcoreana, pero sí recuerdo su título, fue ‘Tren a Busan’, quizás por aquello que me gusta el género zombi y muertos vivientes, le di una oportunidad y me gustó, al menos, el modo tan distinto que tienen de contar historias.
Y es que desde que contamos con plataformas como Netflix, Amazon e incluso Disney y alguna que otra aplicación en Streaming, el abanico de ver este tipo de género cada vez es más amplio.
Ahí fue cuando me sumergí en este mundo. Después vinieron otros títulos que fueron más reconocidos como 'Península', 'Parásitos', 'El Juego del Calamar', 'Estamos muertos', 'Rumbo al infierno' y 'Sweet Home'. Producciones que no solo entretienen, sino que también ofrecen una ventana a la cultura y sociedad coreanas contadas desde otra perspectiva.
Pero ¿Qué son los K-dramas?
Son producciones televisivas surcoreanas que han conquistado el corazón de millones de espectadores alrededor del mundo, un fenómeno cultural que trasciende las barreras del idioma y la geografía. Su principal característica está en la calidad de sus historias y sin dejar de poner en valor que los actores y actrices no solo son atractivos y con una cuidada imagen, sino que también poseen habilidades de actuación excepcionales o al menos distintas.
Además, los guiones de los K-dramas son conocidos por su profundidad emocional, sus giros inesperados y su capacidad para mantenerte pegado al borde del sofá. Ya sea un drama romántico, una historia de fantasía o un thriller psicológico, cada K-drama es como una montaña rusa de emociones que cada persona capta a su manera y es como tener un amplio menú para degustar en cada momento o dependiendo lo que te apetezca ver.
Los K-dramas se han convertido en una alternativa más dentro del mundo del entretenimiento y lejos de los culebrones convencionales, los K-dramas no alargan la historia con capítulos innecesarios o de rellenos. Suelen tener entre 12 y 20 capítulos, mayormente en una única temporada y cada capítulo ronda los 60 minutos de duración que en algunos casos se te hacen cortos y quieras ver el siguiente capítulo.
Pero, ¿Cuál es la clave que hace a los K-dramas tan especiales para una audiencia tan diversa?
Puede ser su alta producción y la cinematografía porque es, sin duda, espectacular. Ya sea que nos transporten a la majestuosidad de épocas pasadas con una trama histórica o nos sumerjan en la vibrante modernidad de Seúl, los paisajes y escenarios son tan cautivadores que se convierten en un personaje más de la historia. Y es que la belleza visual se combina con guiones que pueden provocar carcajadas o dejar al espectador con un torbellino de emociones.
Después está la música. La música es otro pilar fundamental de los K-dramas. Las bandas sonoras originales (BSO u OST) no solo complementan la narrativa, sino que también capturan la esencia emocional de la historia, y eso te lleva a querer explorar más sobre los artistas que están detrás de las canciones. Este interés frecuentemente sirve como puente hacia el descubrimiento del K-pop, otro fenómeno cultural que ha trascendido fronteras.
Pienso que lo que más nos gusta a los seguidores de los K-dramas es su capacidad para ser distintos en todo. Se alejan de lo explícito y ofrecen una mirada más pura y sutil a las relaciones humanas. La ausencia de escenas que no dejan lugar a la imaginación y la preferencia por lo implícito reflejan un enfoque cultural que valora la intimidad y la sutileza. En los K-dramas no encontrarás escenas subidas de tono, lo más atrevido que verás es un beso casto que te dejará suspirando y soñando con tu propio final feliz.
Y luego está la moda. Los K-dramas son como un desfile de moda en cada escena, con actores que lucen atuendos como si estuvieran en un desfile en Milán. Y no olvidemos los cuidados de belleza, que son prácticamente un personaje más en la trama, donde productos de belleza son mostrados y promocionados por doquier como si fuera parte del guion del K-drama.
Realmente son todo un fenómeno cultural que va más allá de la pantalla, influenciando la moda, la música y hasta nuestra dieta. Por qué … ¿Quién no ha sentido curiosidad por probar el ramen después de ver a los personajes disfrutarlo en cada episodio? Sin ninguna duda, la gastronomía que se muestra en los K-dramas despierta un interés global en la cocina.
La influencia de los K-dramas va más allá de la pantalla, estos nos ofrecen una ventana a la sociedad coreana, con todas sus complejidades y matices. Porque no es solo entretenimiento, es una expresión artística que invita a la reflexión y al descubrimiento de una cultura rica y compleja que, si bien puede ser distinta, las emociones y las historias son universales.
Seguiré comentando más cositas sobre el mundo de los K-dramas.
0 Comentarios