Retención de líquidos, consejos para acabar con ella

Retención de líquidos, trucos para acabar con ella



La retención de líquidos es un problema que atañe a muchas personas, mujeres en especial. El organismo, a través de un complejo sistema de hormonas, está constantemente ajustando los niveles de líquidos para que se mantengan de forma constante. Mayormente, se eliminan bebiendo agua, ya que los riñones son los encargados de ello.

El problema viene cuando el cuerpo es incapaz de eliminar todo el líquido necesario, ahí es cuando se produce la retención de líquidos. Sus principales síntomas son calambres, debilidad, palpitaciones, hinchazón y malestar general. Aparece la celulitis y un aumento de volumen corporal considerable.


Causas que generan la retención de líquidos

La retención de líquidos puede tener varias causas. Entre las que se incluyen: 

Problemas hormonales, especialmente en mujeres antes de menstruar o durante el embarazo. Tener un estilo de vida sedentario o permanecer constantemente en una misma posición si moverse. Claro que también si se tienen problemas renales, los riñones regulan los líquidos en el cuerpo, se puede derivar a tener retención de líquidos si alguna de sus funciones tiene una afección. 

Los problemas circulatorios,  como insuficiencia cardíaca o venas varicosas, pueden provocar retención de líquidos. Algunos medicamentos o fármacos para la presión arterial, antiinflamatorios y tratamientos hormonales la pueden causan como un efecto secundario. El consumo excesivo de alcohol puede causar deshidratación y, posteriormente, una retención de líquidos cuando el cuerpo trata de recuperar el equilibrio hídrico.


Si quieres poner remedios a la retención de líquidos, toma nota de estos consejos


Hidratación. Para las mujeres que tienen problemas con la retención de líquidos, hay una serie de remedios y hábitos que evitarán el problema. Uno de los gestos más sencillos es beberse un vaso de agua nada más levantarse. Puedes echarle un chorrito de limón con el agua tibia y así, se estimulará más la circulación.


El sudar no ayuda a adelgazar. Con el sudor se pierde líquidos que se recupera bebiendo un gran vaso de agua. Sí se pierden toxinas, que es lo que ayuda a depurar el organismo. Al sudar haciendo ejercicio se pierden electrolitos, por lo que es importante hidratarse a medida que se va haciendo ejercicio. Tanto antes, durante y después si el ejercicio es muy largo.

Reducir la sal: El exceso de sodio en la dieta contribuye a la retención de líquidos. Intenta limitar el consumo de alimentos procesados y usa menos sal al cocinar.

Consumo de hierbas naturales: Algunas hierbas, como el diente de león y el perejil, tienen propiedades diuréticas naturales que pueden ayudar a reducir la retención de líquidos.

Aumenta la ingesta de potasio: Este mineral ayuda a equilibrar los niveles de sodio en el cuerpo. Puedes encontrar potasio en alimentos como plátanos, naranjas, espinacas y patatas.

Las posturas son importantes. Si estás sentada, procura mantener los pies algo elevados, usando un reposapiés. Y si, por el contrario, pasas muchas horas de pie, usa una banqueta para apoyar los pies alternativamente. Además, siempre que se pueda hay que realizar un pequeño paseo. Es un buen modo de estimular la circulación y evitar la formación de edemas. Al final del día, procura tumbarte y elevar las piernas para favorecer la circulación.

Ten en cuenta la ropa. Si es demasiado ceñida, también contribuye a la retención de líquidos. Hay que prestar mucha atención a la ropa interior, cuyas gomas pueden impedir la correcta circulación de líquidos corporales. Tampoco la ropa debe oprimir las caderas y las ingles, dos puntos clave. Para dormir, pijamas y camisones que sean amplios.

No obstante, si has probado con estos consejos y la retención de líquidos persiste, lo más adecuado es que lo consultes con tu médico para descartar cualquier otra patología.






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