El espejo no miente: ¿Quién es esa mujer?
Mírate al espejo un segundo. Pero mírate de verdad. Más allá de las ojeras de "no he dormido" o del pelo recogido a toda prisa. ¿Ves a esa mujer? No es la que tenía planes gigantes hace diez años. No es la que soñaba con ese proyecto creativo o la que se sentía invencible.
Esa mujer que ves es alguien que ha sido arrastrada por un huracán de responsabilidades. Has pasado años diciendo "sí" a todo el mundo: a tu familia, a tu jefe, a tus amigos, a las facturas... y en ese caos, te has ido quedando atrás. Te has convertido en una extraña para ti misma porque has confundido "ser útil" con "ser tú".
La mochila: Esas piedras no son tuyas
Llevas años caminando encorvada. Sientes un peso en los hombros que ya te parece normal, pero no lo es. Es tu mochila de piedras, y tengo una noticia para ti: la mitad de esas piedras no son tuyas.
* Esa culpa por no ser la "madre/hija perfecta" es una piedra de tu madre. Suéltala.
* Ese miedo a fracasar en el trabajo es una piedra de un jefe tóxico que tuviste. Suéltala.
* Esa carga de llevar tú sola la logística de la casa es una piedra de tu pareja. Suéltala.
Has aceptado cargas ajenas porque te enseñaron que "poder con todo" era un orgullo. Mentira. Poder con todo es la receta perfecta para olvidarte de quién eres. Es hora de abrir la mochila y dejar en el suelo lo que no te pertenece.
Basta de excusas: El luto de los 20 años se acaba hoy
"Es que cuando tenía 20 años era más valiente...", "Es que antes de tener hijos tenía proyectos...". ¡Basta! Pasarte la vida lamentando a la mujer que eras hace dos décadas es la mejor forma de desperdiciar a la mujer que puedes ser hoy. Esa versión antigua de ti no va a venir a salvarte. La nostalgia es una trampa cómoda para no actuar.
El empoderamiento no es recuperar tu pasado, es adueñarte de tu presente. No necesitas volver a tener 20 años para tener coraje; necesitas dejar de usar el pasado como escudo para no tomar decisiones hoy.
Tu nueva arma: El "NO" como superpoder
Si quieres despertar a tu verdadero "yo", tienes que aprender a usar la palabra más corta y potente del diccionario: NO.
Decir "no" a los demás es, por fin, decirte SÍ a ti misma.
* No, hoy no puedo encargarme de eso.
* No, no voy a aceptar este trato.
* No, no voy a cargar con tu responsabilidad.
Al principio te temblará la voz. Sentirás que el mundo se acaba. Pero, ¿sabes qué pasa? Que el mundo sigue girando, pero tú empiezas a caminar más ligera. El "no" es la tijera que corta los hilos que te mantienen atrapada en ese huracán ajeno.
Tu primer paso hoy mismo: "El Test de la Mochila"
No quiero que solo leas esto y suspires. Quiero que actúes. Haz este ejercicio ahora mismo:
1. Identifica una tarea o responsabilidad que hagas a diario y que odies profundamente.
2. Pregúntate: ¿Esto me ayuda a mis metas o solo le hace la vida más fácil a otro mientras a mí me hunde?
3. Si es de otro: Suéltala. Di tu primer "no" esta semana.

0 Comentarios