Motivos para trabajar mis blog como si no hubiera un mañana

Como si no hubiera un mañana trabajaré mis páginas web y blog aplicando un poco las fórmulas de SEO para ser, un pelín, relevante y posicionar mis páginas en Google. Y cómo no, me apetece tener mi propia marca personal.

Soñar es gratis

En estos días de ajustar, al menos, dentro de lo posible mi vida profesional he estado retomando mi antiguo ‘trabajo’ en internet. Después de casi cuatro años sin poder dedicarme a una parte de lo que realmente me gusta he tenido (y sigo) haciendo ajustes y, sobre todo, he tenido que ponerme al día porque esto de internet, SEO y que Google te cambia el sistema casi a diario y como tengo los blog “dejadas de la mano de Dios”.

Ahora me apetece trabajar un poco más mis páginas web y a parte de actualizarlas quiero aplicar alguna de esas estrategias y manuales que tanto abundan en el mundo digital y que nunca puse en práctica por pereza. También es verdad porque la mayoría de las veces el SEO lo aplicaban ellos, los expertos en el tema.

Me he propuesto como meta principal reactivar y poner manos a la obra en cuanto a darle visibilidad hasta el punto de que me aporte los ingresos suficientes como para estar satisfecha con lo que hago.

Aunque parece una tarea compleja, no lo es. Simplemente se necesita del convencimiento de saber qué es lo que quieres hacer con tus páginas y llevarlo a la práctica. Con constancia y creyendo en lo que quieres realmente.

Me lo voy a tomar como un experimento. Aplicaré todo los conocimientos adquiridos a lo largo de estos años y veremos qué pasa.

Claro que la práctica es lo más difícil. Tener la constancia de no desfallecer o que tu mente te boicotee con pensamientos tales como: “!anda ya¡ deja de perder el tiempo y haz algo más productivo” 

¿Y quién dijo que esto no era productivo?  Todo lo que te aporte satisfacción personal es productivo. Eso le diré a mi ego cuando me machaque la cabeza intentando que cese en el proyecto, en mi sueño, en lo que me gusta y deje de perder el tiempo leyendo manuales de SEO, marketing digital, posicionamiento y demás mamandurrias.

El rincón de Rosma siempre será mi proyecto más personal

El rincón de Rosma ha sido y será siempre mi buque insignia. Fue mi primer blog hace la tira de años y aunque lo he maltratado y abandonado una y otra vez,  resulta curioso pensar que siempre que entro para quitarle las telarañas me recuerda que fue mi expresión máxima en cuanto a dejarme llevar y mi conejillo de indias en muchas facetas del universo del blogging.

Nunca me plantee la posibilidad de explotar al máximo su potencial.

Es verdad que en mis años de redactora o bloguera para otras páginas lo terminé dejando, por mis circunstancias personales, y porque no tenía el tiempo suficiente para ello.

También es verdad que escribir para otros, en nichos específicos, y con una temática día tras día, termina machacando las neuronas a la máxima potencia y con el tiempo te viene bien un descanso.

Pero tengo que decir que de aquellos años aprendí el funcionamiento real de las páginas web y cómo hay que presentarse ante Google y sus arañas acaparadoras.  Es decir aprendí los conocimientos básicos para saber qué tienes que ofrecer si quieres que tus escritos estén bien posicionados en Google y te lean.

Por eso en el Rincón de Rosma siempre lo vi como algo multitemático, como soy yo y no con un nicho específico.

Hacer SEO en proyectos personales

Las técnicas en cuanto al SEO no cambian a lo largo de los años, es verdad que pueden variar los caminos, pero siempre terminas en el mismo punto de partida.

Calidad, nada de prácticas engañosas y sobre todo dar al público lo que necesita con un lenguaje cercano, actualizar y posicionarse en los buscadores con cuatro herramientas básicas, principalmente basado en las palabras clave.

Todo ello lo puedes hacer igualmente en tus proyectos personales como un modo de reinventarse y ponerte como reto hasta donde quieres llegar. Suele pasar que con el  tiempo te cansas de no obtener resultados y poco a poco abandonas el proyecto.

Error, hay que persistir antes que morir en el intento.

Si algo he aprendido es que todo se basa en redactar como a ti te guste, obviamente con un lenguaje que se entienda y una cuidada redacción pero sin perder la esencia personal.

Después adecuar las palabras clave o keyword que serán las que te hagan escalar posiciones, los títulos adecuados, el encabezamiento, la longitud del texto, las imágenes …. Todas esas pautas que hay que cuidar cuando haces estrategias en SEO para  posicionarse en Google y crecer con tu marca personal.

Eso es precisamente lo que nunca me molesté en cuidar en mis blogs. Escribía y lo lanzaba al ciberespacio sin importarme quién lo podía leer.

Sinceramente en mi interior no quería que nadie leyera mis escritos porque iban sin orden ni concierto, más o menos como iba mi vida en aquel entonces. Cambiaba las interfaces y plantilla del blog según me apetecía y todo lo que me iba llegando a mi cabeza.  Como sabía que no tendría lectores no tenía miedo de las críticas.

Perdía más tiempo en el exterior que en el interior.

Asumir las críticas y los miedos sin que te afecten

¡Ay las críticas ¡ qué os voy a contar que no sepa. Después de ser el centro de la diana durante unos años, por mi dedicación al servicio de la ciudadanía, no quiero ni deciros dónde ha quedado ese miedo.

En la papelera de reciclaje.

Por tanto, a lo que iba que me voy por las ramas, esos miedos que tenía de lanzar mis páginas a un nivel más profesional o ambicioso han desaparecido.  No me importa pasarme horas y horas leyendo tutoriales, que los hay a patadas, y asimilar conceptos y métodos que voy a poner en prácticas en mis blogs.

Todo ello me suena de cuando tuve una época que me volqué en aprender y absorber todo lo que encontraba. Y aunque algo ha ido cambiando, las bases son las mismas. Y por ahí siguen muchos de los que hace diez, quince años comenzaban a hacerse un hueco en esto del contenido digital.

No encuentro un mejor modo de compatibilizar mis servicios a la ciudadanía con mis servicios a contar historias desde mis blogs, aunque tampoco descarto volver a escribir en los blogs de otros, si si consigo coger el hábito y tengo el tiempo necesario.

En mi interés personal tengo varios temas que me llaman poderosamente la atención y son mis principales fuentes de conocimiento, experiencia y capacidad como para escribir de ellos. Siempre hay que contar sobre lo que te apasiona, escribir por escribir, dicen, es tontería.

Y si encima son experiencias que quieres compartir, más que mejor.

Además dicen que cuando trabajas para ti o te vuelcas en tus propios proyectos cada avance, por muy pequeño que sea, es un logro y te da las fuerzas suficientes como para seguir y seguir.

En el mundo blogguer no hay un final porque el final lo ponemos nosotros bien cuando lo abandonamos o cuando nos frustramos al no recibir nada a cambio.

Y qué mejor satisfacción que intentarlo, al menos, por ganas no quedará y como parte de mi crecimiento personal será todo un reto y un modo de reinventarme.

Lo iremos viendo.