El poder de la amabilidad

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¿Te gustaría contar con un talismán que te permitiera gana el afecto y el respeto de los demás y arrancar sonrisas? Pues es tan fácil como aplicar la cortesía y el poder de la amabilidad a tu vida.

Dar las gracias continuamente, ceder un asiento en el bus, sonreír a cada momento. Son pequeños gestos que apenas le damos importancia pero que pueden hacer mucho, no solo para mejorar nuestra relación con los demás, sino también para sentirnos más a gusto en nuestra propia vida y como personas. La cortesía y la amabilidad se tratan de un valor que aumenta la autoestima y nos proporciona una satisfacción que difícilmente obtendríamos de otra manera. 




¿Qué es la amabilidad?

Si consultamos el diccionario la define como un comportamiento caritativo, solidario o afectuoso con otras personas. Hay una serie de estrategias que te ayudarán a conseguir este comportamiento y mejorar la idea que los demás tienen de ti.

→ Sonríe. No hay gesto más sencillo y al mismo tiempo, más agradable que la sonrisa. Esta enriquece a los que la reciben así como aquellos que la dan.

→ Saludar, siempre. El saludo es mucho más que una cortesía. Es un gesto agradable y un gesto para demostrar la cercanía, así como un puente entre las personas que hay alrededor.

→ Interés por los demás. No se trata de pronunciar un simple ¿Qué tal?, sino de demostrar un sincero interés por nuestro interlocutor. Intenta que tus conversaciones se conviertan en monólogos. A todos nos gusta que tengan en cuenta nuestras palabras.

→ Elogia a tus interlocutores. ‘Me gusta tu jersey’. ‘Me encanta verte siempre tan feliz’. Un alago, breve y sincero, allanará el camino en cualquier conversación. Y puedes ofrecer tu ayuda. Sobre todo en momentos difíciles, nada como tener una mano amiga. No cuesta nada y es mucho el beneficio que se le proporciona a la otra persona.

Parece que hoy en día estos valores, en cuanto a la amabilidad, los hemos ido perdiendo con el tiempo.  Por ello no está de más recordar esas pausas para no perder el norte, y retomar una actitud que nos beneficia en la vida y sobre todo nos puede aportar un poquito más de felicidad.

Hay que recordar que si das amabilidad, eso es lo que recibes.

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